jueves, 26 de abril de 2012

Capítulo 5: Arrepentimiento

Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:


______________________________________________________________________

Jaleel acababa de llegar al castillo después de dejar a los recién llegados en los cuarteles cuando vio a Vali salir a toda velocidad sin darle siquiera tiempo para decirle nada.

-¿...a dónde irá con tanta prisa?

Volvió a mirar al cielo donde ya había desaparecido aquella extraña Luna que había atraído a todos aquellos Sincorazón a la ciudad.

-Todo debe estar conectado.

______________________________________________________________________

-Vaya habitación más sosa, Keiro.

Bastet y Keiro, que habían sido dejados a solas en los cuarteles, se les había asignado una pequeña habitación con tan solo dos camas y una pequeña cómoda donde pudieran guardar las pocas pertenencias que tuvieran.

-¿Qué esperabas, una habitación lujosa con vistas al mar?
-No, pero algo un poco más... Da igual.
-Deberías descansar, ha sido un día duro.
-¿Y tú?
-Yo voy a hacer guardia, no me fío de nadie.
-¿Pero qué dices? Tienes que dormir.
-No te preocupes por mí, no tengo sueño. Échate un rato, te despertaré si ocurre algo.

Bastet no le dio más importancia y viendo como Keiro se apoyaba contra la pared más cercana a la puerta se tumbó en la cama y poco a poco cerró los ojos quedándose dormida.

______________________________________________________________________

-¡Princesa! ¡Princesa!

Alexander que acababa de salir del castillo pudo encontrar a Zero y la princesa Claudia llevando en hombros a un tercer joven justo a escasos metros de la entrada.

-Alexander.
-Princesa, estábamos preocupados. Tu padre estaba preocupado.
-Tenía que hacer algo...
-Y estaba conmigo.
-Zero, no es momento para hacerse el héroe.
-Soy su protector, ¿no? Mientras esté conmigo no le pasará nada, yo responderé ante el rey por ello. Ahora tenemos que llevar aquí al “colmillos” a la enfermería.

Y quitándole la parte del peso a la princesa agarró a Blanck solamente él con firmeza.

-Princesa, voy a dejarle en la enfermería, vete explicándole a tu padre lo que ha ocurrido. Alexander, acompáñala por favor.
-Claro...

Y tan tranquilo como siempre, Zero se dirigió a la enfermería mientras la princesa y Alexander iban a la sala del trono.

-¡Claudia!
-Padre...
-¡Por el Dios león, Claudia, ¿qué se te ha pasado por la cabeza para abandonar así el castillo?!
-Yo... Lo siento, padre... Una princesa tiene que ver por sí misma el sufrimiento de su pueblo para entenderlo.
-¡¿Qué sandeces son esas?! Los soldados están para proteger la ciudad, no ha ocurrido nada.
-¡Eso no es verdad! He visto lo que ha pasado... No me vas a hacer ver lo blanco negro.
-¡No voy a tolerar tu insensatez!
-¡Y yo no voy a tolerar tu reclusión!

Ambos se quedaron mirando con firmeza, cada cual más cabezón que el otro, hasta que Claudia bajó la cabeza entristecida.

-Ya soy mayor y haré lo que vea conveniente, y la única manera de que lo evites será encadenándome a una bola de hierro.
-No voy a hacer eso, hija. Yo... me enorgullece tu bravuconería y tu fuerza, pero tienes una importancia dentro de este reino y tienes que entenderla.
-¡Y la entiendo! Lo que no voy a hacer es quedarme de brazos cruzados sentada.
-Majestad... Princesa... Hay cosas más importantes.
-Cierto... Padre, nos enfrentamos al causante de todo esto.
-¡¿Cómo dices?!
-Bueno... yo no llegué a luchar con él, Zero y otro Elegido me protegieron.
-¿Quién era, cómo sabes que era el causante?
-Era muy poderoso, padre. Creó una enorme explosión de Oscuridad y cuando le derrotamos la Luna desapareció.
-...entiendo...
-Entonces, majestad, las suposiciones de Vali eran ciertas.
-Eso me temo...
-¡Ya estoy aquí!
-General Zero.
-Majestad... Siento mucho haber tentado a salir a la princesa del castillo, pero como soy su protector, pensé que no había ningún problema mientras estuviese contigo.
-¡¿La idea fue tuya?! Claudia...
-Lo siento, padre. Es que...
-El que debe sentirlo soy yo, majestad. Solo quería enseñarle a la princesa lo que eran los Sincorazón, no pensé que nos encontraríamos con su maestro.
-Zero, que sea la última vez que pones en peligro innecesario a la princesa.
-Pero padre...
-Entiendo su postura, majestad, pero la princesa ya es adulta y es una gran guerrera, no solo necesita saber su posición como noble, algún día también deberá defender su hogar.
-Lo sé muy bien, Zero. Pero yo sabré cuando ese día ha llegado. Ahora si nos disculpáis, generales, me gustaría hablar con mi hija a solas.
-Alteza...
-Majestad...

______________________________________________________________________

-Maldita sea...

La princesa se encontraba acorralada e incluso herida de su enfrentamiento contra aquel poderoso Lado oscuro, pronto vería el fin si no hacía algo.

-No me rendiré tan fácilmente, criatura de la Oscuridad.

La princesa volvió a intentar golpear al Lado oscuro, pero un nuevo puñetazo detuvo su ataque y la lanzó por los aires directa a empotrarse contra un árbol cercano, aunque alguien interceptó su lanzamiento y chocó en su lugar contra el árbol.

-¿Qué...? ¡Vali!
-Princesa... No quiero sonar descortés, pero pesáis... ¡¿Una llave espada?!
-Yo, esto... sí. Lo siento.

Rápidamente la princesa se levantó de encima de Vali que se había quedado medio encajado en el árbol y le ayudó a levantarse.

-¿Estás bien?
-No lo sé. Nadie me dijo que teníais una Llave espada, princesa.
-¿Por qué todo el mundo se piensa que soy una inútil?
-Una inútil no, princesa. Pero no entendía como Alexander os pudo mandar sola a este lugar, ahora tiene sentido.

Vali terminó de enderezarse y poniéndose delante de la princesa levantó su Llave espada contra el Lado oscuro.

-Ahora apártese y déjeme ocuparme de él.
-¡No!
-No os interpongáis, princesa. Si os pasara algo no me lo perdonaría como soldado.
Yo también sé luchar!
-Esto no es un juego.
-¡¿Crees que no lo sé?! Yo también soy una Elegida y lucharé.
-Como os pase algo no pienso hacerme responsable. ¿Por qué me dais tantos problemas todos?
-Es más fuerte que uno normal, ten cuidado, se mueve muy rápido.
-Parece que vais en serio, princesa.
-Siempre.
-Entonces no hay más que decir. ¡Ataquemos!

Y lanzándose los dos a la vez, consiguieron confundir lo suficiente al Lado oscuro para que no supiera a quien de los dos atacar, aunque el golpe que le dieron no fue lo suficiente dañino como para siquiera hacer que aquel coloso se inmutara.

-Vamos a tener que usar algo más fuerte, princesa.
-¡Cuidado!

El Lado oscuro alzó sus brazos al cielo y lanzando una ola de Oscuridad empezó a llover con fuerza sobre todo el lugar, destruyendo ruinas, árboles y carne. A Vali solo se le ocurrió acercarse a la princesa y alzando su Llave espada invocó una barrera mágica que los protegió de la lluvia oscura. Para cuando la lluvia acabó todo estaba destrozado.

-¡Ahora!

La princesa se adelantó a Vali saltando en el aire y le lanzó un rayo de luz al coloso que no pudo bloquear y le atravesó, momento que Vali aprovechó para congelarle las piernas a la criatura oscura. Aunque eso no fue suficiente para detenerle, el hielo se rompió cuando se arrodilló, e introduciendo su brazo bajo el suelo, creó un enorme portal de oscuridad del que salieron una gran cantidad de Sombras.

-Esto no tiene fin...
-No os rindáis aún, princesa. Tendremos que usar nuestra mayor baza. ¿Crees que podrás?
-Lo intentaré.
-No necesito que lo intentéis, princesa. Necesito que lo hagáis.
-¡Está bien, vamos allá!

La coordinación no fue tan preparada como cuando Vali luchaba junto a su batallón pero fue suficiente. La princesa empezó a levitar en el aire con lo que le quedaba de fuerzas y se arrojó contra el Lado oscuro mientras varias llamas de fuego, hojas de hielo y relámpagos surgían a su alrededor. Eso trastornó bastante al Sincorazón que quedó quemado por algunas partes, electrocutado y congelado a la vez. Vali entonces se impulsó y añadiendo una velocidad impresionante a sus ataques empezó a golpear al Lado oscuro por todas partes sin que pudiera siquiera ver al Elegido, finalmente una enorme corriente de Luz surgió de Eleone fulminando al ser oscuro y Vali lo remató atravesándole con la Llave espada, la cual arrojó con una fuerza y velocidad notables destruyendo al Sincorazón al instante, aunque ambos quedaron bastante agotados.

-¿Qué decías...?
-Vale, sí, estoy bastante impresionado. Pero eso no cambia que esta salida ha sido innecesaria, solo hay que ser valiente cuando se debe serlo. No sé que queríais demostrar, princesa.
-No quería demostrar nada, solo quería ayudar, aunque...

La princesa no había podido siquiera pensar en lo que había ocurrido por culpa de la batalla, pero tan pronto como había acabado volvieron a sus pensamientos el problema en el que había metido a Eclissis abriendo las puertas al Corazón del Mundo.

-Tenemos que volver. He de hablar con mi padre.
-Volvamos entonces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario