miércoles, 13 de junio de 2012

Capítulo 17: El poder de la Luz


Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

http://www.youtube.com/watch?v=FaQaQjX0AZ8&feature=related

______________________________________________________________________

La princesa se encontraba reuniendo todo el valor y concentración que podía, esperando que fuera suficiente para llamar a la Luz del Corazón del Mundo.

-Princesa, creo que no estáis logrando el efecto deseado.
-¿A qué te refieres, Zero?
-Creo que se están empezando a fijar en nosotros.
-No digas tonterías. No hay nada que pueda atraerles más que el Corazón de un Mundo, para ellos nosotros ahora somos dos manzanas y eso de ahí abajo un bosque de manzanos.
-Algo me dice que te estás convirtiendo en la manzana más suculenta del lugar.
-Vale, dejemos las metáforas. ¿Qué te hace pensar eso?
-Varios de esos Sincorazón están empezando a mirar para acá.
-Los Sincorazón no ven.
-Díselo a ése.
-Pero si todavía no...
-¡Cuidado, princesa!

Zero abatió a un par de Sincorazón que se habían acercado demasiado a la princesa desde un ángulo muerto para ésta.

-¿Qué está ocurriendo?
-Princesa, estáis... estáis brillando...
-¿Qué?

Eleone alzó las manos incrédula y pudo ver como brillaban con Luz propia de forma intermitente, bajó un poco más la mirada y vio como su cuerpo entero hacia lo mismo aunque en su pecho se podía vislumbrar que ahí el brillo era más fuerte.

-¿Qué... está pasándome?
-¿Esta es tu forma de llamar al Corazón del Mundo?

El parpadeo de Luz se volvió más incesante y cada vez brillaba más.

-No... Nunca me había pasado esto. Tengo miedo, Zero. Siento como si fuese a explotar.
-¡¿A explotar?! ¡No digáis eso ni en broma, princesa!
-Ayúdame...

______________________________________________________________________

-¿Y éste era el gran plan?, ¿esperar hasta que aparecieran? ¡No ha aparecido nadie!
-¿Quién es el impaciente ahora?
-¡Son malos! ¡Los malos siempre atacan cuando tienen oportunidad!
-¿Y ahora quién es el de la lógica aplastante?
-¿Queréis callaros? No oigo nada.
-¿Y qué esperas oír en medio de un desierto?
-Cómo llegan los “malos”.
-Oye, es un poquito rarito, ¿no?
-¿Me lo dices o me lo cuentas?
-Os estoy escuchando. Aunque no sé de qué os extrañáis, aquí cada uno es raro a su manera.
-¿Y yo qué tengo de raro?
-No voy haciendo listas de las rarezas de la gente. Aunque aquí la mujercita seguro que tiene más de una cosa guardada en la manga.
-¿Y qué te hace pensar eso?
-Oh, vamos. He visto perfectamente cómo te trataban en la ciudad, ¿y ese Ígor? Solo le faltó preguntar si necesitabas algo para tu agrado.
-Y parecía una mosquita muerta.
-Me fijo en todo. Lo que pasa es que prefiero guardármelo para mí. La gente de ciudad sois tan... extraños.
-Los problemas que tenga con la gente de mi Mundo son míos.
-Claro, señorita, no te preocupes, como si me importara. Pero no vayas criticando a los demás sin esperar que hagan lo mismo de ti. Me recuerdas a cierta persona...

Blanck, algo indignado por el comportamiento de Eryn empezó a caminar de nuevo a la torre.

-¿A dónde vas?
-Es obvio que no van a venir de frente y no voy a esperar a que vengan por detrás. Esos tíos tienen cerebro y van a usarlo, no son como los Sincorazón.
-¿Y qué pretendes hacer?
-Poner el cebo. Nunca falla.

Blanck volvió a tomar su postura cuadrúpeda tan peculiar suya y empezó a escalar la torre con gran facilidad.

-Cuando hace eso me da yuyu.
-Te acabas acostumbrando. Creo...
-Bueno, ¿y qué hacemos tú y yo?
-No sé porque me da que nosotros somos el cebo.
-¿El cebo?
-Seguro que a esos hermanos les gusta la superioridad numérica, si nos ven a nosotros dos solos en medio del desierto...
-Pero Blanck es solo uno.
-¿Tú intentarías atraparle a esa velocidad?
-Mmm... No.
-Por no contar que huele y oye las emboscadas.
-A veces me da un poco de envidia.
-Ya... Por cierto, ¿cómo de poderosos son esos tres hermanos juntos?
-Mmm... ¿Sabes qué son los Lado Oscuro?
-Sí, esos Sincorazón tan grandes y fuertes.
-Pues cuando están juntos pueden incluso invocar y dominar a esos bicharracos.
-Venga ya...
-¿Incrédulo o asustado?
-Ambas cosas.
-Hombres... Sois unos bebés.

______________________________________________________________________

Keiro, que se había dispuesto a luchar con el mínimo de sus fuerzas para intentar no dañar a aquellas extrañas criaturas que aún tenían algo de humanos, iba perdiendo terreno víctima de su extraña fuerza y poder.

-Bastet, piensa algo rápido. Estas cosas son muy fuertes.
-Tiene que haber alguna manera de dejarles inconscientes.
-Estoy abierto a sugerencias.
-No sé, golpéales en la cabeza.

Keiro se tomó aquello como un salvoconducto de Bastet para que pudiera tomarse un poco más en serio la batalla y aunque usó un poco más de sus fuerzas para intentar dejar inconscientes a aquellas criaturas, fue Keiro el que acabó en el suelo magullado.

-¡Keiro!
-Mierda. Son muy resistentes. Es obvio que están bien preparados para la batalla. Bastet, no puedo seguir haciendo el tonto.
-Pero Keiro...
-Lo sé, lo sé. Pero no podré aguantar así eternamente.

Keiro se volvió a levantar algo dolorido para volver a enfrentarse a aquellas bestias aunque siempre volvía a caer al suelo cada vez más herido, eran realmente poderosas y mientras el Elegido no pudiera usar todo su potencial no iban a conseguir nada.

-Bastet...
-Keiro, no, por favor...
-Ya no me quedan fuerzas...
-Me prometiste que nada de Oscuridad...
-¿Y dejo que nos maten estas cosas? Es o ellos o nosotros...
-Yo... Yo...
-Mierda Bastet...

Aquella conversación había distraído lo suficiente a Keiro como para perder de vista a los engendros que empezaron a golpearle repetidamente contra el suelo.

-¡Keiro!
-Bastet...
-No... ¡No!

Un aura de Oscuridad empezó a rodear a Keiro dándole fuerzas para levantarse a pesar de los golpes.

-¡Keiro no!

El aura empezó a desaparecer poco a poco mientras Keiro seguía recibiendo la paliza de su vida.

-No, ¿qué estoy haciendo? Si no le ayudo, le matarán. Pero no... no... No puedo moverme.
-Tranquila...
-¿Qué?
-Cálmate.
-¿Quién me habla?
-Relájate.
-Pero... le están...
-Siente la paz.
-¿La paz? La paz...

Un aura roja como la sangre pero pacífica rodeó a Bastet y unas poderosas llamas de fuego que no hacían daño al contacto la rodearon y tras de ella surgió un extraño pájaro formado con aquellas llamas.

-¿Qué?
-Soy Fénix. Tu espíritu guardián. Pero necesito de tu paz interior para acompañarte.
-Pero Keiro... le van a...
-Tranquila. Mis llamas lo purifican todo. ¿Estás preparada?
-S-sí.
-¡Llamas de la vida!

Una poderosa pero tranquilizadora ola de llamas surgió desde el cuerpo medio combinado de Bastet y Fénix. Las criaturas cayeron al suelo fulminadas y Keiro recuperó sus sentidos con facilidad como si no hubiera recibido ninguna herida.

-¡No! Les has...
-Tranquila...
-¿Qué...?

Las criaturas empezaron a arder en llamas, pero lo único que estaban haciendo era purificar sus cuerpos, que pronto se convirtieron de nuevo en humanos aunque se quedaron inconscientes.

-Bastet...
-¡Lo he conseguido! Gra-gracias, Fénix.
-No, gracias a ti. El poder provenía de ti. Recuerda que podrás llamarme cuando me necesites.

Las llamas se extinguieron y Keiro se acercó a Bastet orgulloso.

-Muy bien, Bastet.
-No... Yo no sabía qué hacer, si no llega a ser por Fénix, te habría perdido.
-No seas tonta. ¿No le has oído? Él ha aparecido porque precisamente sabía lo que querías. Salvar a todos.
-S-sí.
-Estarán bien aquí de momento, ahora tenemos que ir a ayudar a los demás. Algo me dice que van a necesitarnos.
-Vale.

______________________________________________________________________

Blanck finalmente llegó a lo más alto de la torre, donde recuperó su postura bípeda y empezó a vigilar el panorama.

-Huele a Oscuridad.

Tan pronto como dijo eso, tres portales de Oscuridad se abrieron justo en los tres puntos opuestos formando un triángulo y de ellos salieron tres hombres encapuchados, uno olía al de antes.

-¿Creías en serio que dejar a tus amigos solos les convertiría en nuestro objetivo?
-No. Sabía que haciéndoos pensar eso vendríais a por mí.
-¡Ja! ¿Y qué piensas hacer tú solo?
-¿Yo solo? ¿Y qué os hace pensar que estoy solo? Tengo a mis amigos de mi parte, y creo que están a punto de llegar todos.
-¿Cómo dices?

Blanck sonrió mirando desafiante a los tres hermanos mientras la torre empezaba a vibrar como un terremoto.

-Espero que estéis preparados para lo que está por venir. La Luz ha llamado finalmente a vuestra puerta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario