______________________________________________________________________
-¡¿M-me… me conoces?!
-¡Pero Maestro,
¿cómo?!
-Hace casi veinte
años viajé por los Mundos con un viejo amigo. Qué tiempos aquellos…
-Pero yo no me
acuerdo de ti.
-Oh, bueno, es
normal, tú tan solo eras una recién nacida.
-¿Y cómo…?
-Eres la viva imagen
de tu madre.
-¿M-mi madre?
-Sí, ¿qué tal andan el rey Lyon y la reina Arturia?
-Sí, ¿qué tal andan el rey Lyon y la reina Arturia?
-Oh, bueno…
-¿Ocurre algo?
-Tranquila, princesa, no...
-No, Zero. Estoy
bien. Señor, hace 10 años que murió mi madre y mi padre se encuentra en coma…
-Vaya… esa son muy
malas noticias. Demasiado malas dados los tiempos que corren. Esperaba alguna
buena noticia entre tanto caos. Lo siento mucho, princesa.
-Gracias por su
consideración.
-Tu madre fue una
gran Elegida, ojalá…
-¡¿Cómo?!
-¿No lo sabíais,
princesa?
-¡No! O sea, sí… pero
pensé que fue solo una alucinación…
-No entiendo…
-No importa.
-Entonces, ¿has
salido de este Mundo, Maestro? Pero me dijiste que no sabías cómo hacerlo.
-Bueno, teóricamente
sí sé cómo hacerlo, lo que quería decir es que ahora no puedo.
-¿Por qué?
-El artefacto que
usamos para ello ya no está en mi poder.
-¿Y dónde está?
-Se lo llevó mi amigo
poco después de empezar esta lucha.
-Vaya… pero Maestro,
ellos han venido de otro Mundo, ¿cómo es posible?
-Oh, eso. Me acabo de
acordar. La llave deslizador, ¿verdad?
-Sí, ¿cómo lo sabe?
-La reina Arturia
sabía usarlo, como otros muchos Elegidos que conocí en mis viajes.
-¡¿Y por qué no me
enseñaste a usarlo, Maestro?!
-Porque no conozco su
funcionamiento.
-Agg…
-Así que mi madre era
Elegida…
-Sí, y una de las más
poderosas… Era muy joven para morir y era una gran guerrera, ¿se me permite
preguntaros, princesa, cómo murió?
-Oh, bueno… ella un
día desapareció y cuando la encontraron ya estaba…
-Hace 10 años… ¿no?
-Sí, ¿por?
-No sé, creo que
sucedió algo hace 10 años, pero no consigo recordar…
-¡Pues recuerda, Maestro!
-No quisiera
estropear este momento, pero no hemos venido a hablar de viejos tiempos.
-Cierto, Blanck. No
importa lo que sucediera con mi madre, al menos no ahora, tenemos que destruir
a los hermanos y liberar este Mundo.
-Ah… Así que habéis
venido para eso.
-Sí, Maestro…
Queríamos algún consejo antes de ir a desahuciarles.
-No hay mucho que
contaros de esos canallas, aunque deberíais luchar contra ellos por separado,
juntos son casi tan fuertes como Ganímedes. Y si vais a ir a su Torre, tened
cuidado, es muy peligrosa.
-Bueno... no es algo
que no pudiéramos suponer por nuestros propios medios.
-¿Son tan poderosos
como dice, Señor?
-Son poderosos, pero
la Oscuridad les ha corrompido. Unos Elegidos afiliados a la Luz como vosotros
no deberíais tener problemas en terminar de mandarles a la Oscuridad para que
les consuma.
-Eso no parece buena
idea...
-Bueno, no espero que
personas tan gentiles como vosotras seáis capaces de asesinarles, después de
todo ellos son seres vivos, no Sincorazón.
-A mí no me falta
piedad para acabar con unos criminales como ellos.
Ante eso el Maestro
hizo oídos sordos aunque todos miraron a Blanck medio dándole la razón, después
de todo no parecían ser muy diferentes a los elementos que habían aparecido en
las ruinas de Eclissis.
-Deberíamos irnos ya.
-Sí. Gracias por
nada, Maestro.
-Siempre tan
desagradecida, Eryn.
Todos salieron de la
torre y volvieron a los exteriores aunque no sin que antes Bastet se acercara a
Eryn y le dijera algo.
-Deberías tenerle más
respeto a tu Maestro.
-¿Cómo?
-Es la persona más parecida a un padre que vas a tener el resto de tu vida y nunca sabes cuando te va a faltar.
-Es la persona más parecida a un padre que vas a tener el resto de tu vida y nunca sabes cuando te va a faltar.
-¿A qué viene eso?
-Bueno, Eryn, tenemos
que enseñarte a usar la Llave deslizador.
-¿Cómo?
-Necesitamos que nos
guíes hasta la torre de los hermanos.
-Y no creo que sea
buena idea ir en esos mastodontes si queremos tener el factor sorpresa.
-No iba a usar ningún
barco volador, los hermanos tienen buenas defensas contra eso. Bueno, ¿y cómo
vais a enseñarme?
-Te enseñaremos cómo se hace y luego repetirás el proceso. Espero que tus cualidades de aprendizaje sean rápidas.
-Te enseñaremos cómo se hace y luego repetirás el proceso. Espero que tus cualidades de aprendizaje sean rápidas.
Y así los Elegidos
empezaron a enseñarle a Eryn a usar su nueva forma de transporte.
______________________________________________________________________
Mientras tanto, en
Ciudad Eclissis, Vali, Claudia y Alexander están en frente de Jaleel en una
cama de la enfermería con una fiebre muy alta y sin posibilidad de despertarle.
-He conseguido
mantenerle estable pero parece que está empeorando por momentos.
-Ese idiota... no tenía
que haber ido solo.
-Vali...
-Al menos no está
muerto... si Eleone estuviera aquí...
-Si Eleone estuviera
aquí, ¿qué? La princesa no obra milagros.
-Ya lo sé, pero...
-No es un milagro lo
que necesitamos de todas maneras, ni siquiera sabemos qué le ocurre a Jaleel.
No parece haber caído en la Oscuridad, y ni siquiera tiene una herida grave en
todo el cuerpo...
-Algo le debió de
haber hecho aquel individuo.
-Puede... pero pensar
aquí sin hacer nada no lo va a solucionar. Yo voy a salir a ver si encuentro
algo.
-Vali.
-Déjale, tiene razón.
Tú intenta seguir manteniéndole estable, princesa. Y recemos porque Eleone
vuelva pronto.
______________________________________________________________________
-¡Lo conseguí!
-Es rápida.
-Seguro que más que tú,
cachorrillo.
-Deja de llamarme así.
-Parad ya, por favor.
Ahora necesitamos coordinación.
Eleone fue la primera
que transformó su Llave deslizador con la intención de salir de la ciudad.
-Eryn, no podemos
atravesar la barrera.
-Tranquila, ahora me
ocupo de hacerles una señal cuando vayamos salir.
El resto siguió el
ejemplo de la princesa y todos se montaron en su Llave deslizador, la forma de
la de Eryn era como una extraña moto alargada con la forma de un dragón con
alas.
No tardaron en llegar
a la barrera, y Eryn le hizo una señal al guardia para que abriera un pequeño
portón por el que pudieron salir de nuevo al desierto. Allí Eryn encabezó el
grupo y les guió por el casi eterno arenal hasta que llegaron a una enorme
torre oscura que se elevaba por encima de otras muchas semiderruidas, aquello
parecía haber sido una ciudad en otro tiempo.
-Qué... panorama.
-Esto era Paraíso de
los Hechiceros antes de su destrucción.
-¿Fueron los
hermanos?
-No, fueron los
Sincorazón. Los hermano sólo se quedaron con lo que sobró.
-Bueno, ¿cuál es el
plan?
-Ya sabéis cual es mi
plan favorito, ¡entrar y destruir!
-Blanck, no podemos
ir así a todos lados.
-...
Blanck solo se encogió de brazos.
-A mí también me
gustaría entrar así, Blanck, pero necesitamos un plan, esta torre es peligrosa.
-¿Y qué tal abrir un
agujerito en una de las plantas más altas donde a penas nadie lo oiga?
-Vaya, por fin Mr.
Negro tiene una buena idea.
-¿Mr. Negro? Vaya,
vaya... parece que el señor que pone motes ha acabado con un mote. ¿eh,
cachorrillo?
-Jaja, ¿qué pasa,
Zero?, ¿duele que te paguen con la misma moneda?
-Bah, dejadme en paz.
-No podéis parar,
¿eh? Bueno, en cualquier caso parece que la idea de Keiro es inteligente.
-Pues dejémosle que él
la lleve a cabo.
-Hecho.
Keiro se lanzó
directamente con la Llave deslizador hacia la torre y a toda velocidad atravesó
la pared llegando al interior donde la deshizo, luego el resto entraron.
-Esto está muy...
oscuro.
-¿Qué esperabas?, ¿un
santuario de Luz?
-No. Pero, qué mal
gusto tienen por la estética.
-Bueno, ya estamos
dentro. Planeemos cómo destruirles, no es tiempo de opinar sobre la estética de
nada.
-Habrá que dividirse.
-¿Dividirse, en
serio?
-Sí, es lo que el Maestro nos dijo, hay que vencerles por separado. No sabemos si los tres están juntos, así que separémonos para buscarles y vencerles por separado.
-Sí, es lo que el Maestro nos dijo, hay que vencerles por separado. No sabemos si los tres están juntos, así que separémonos para buscarles y vencerles por separado.
-Pero, ¿y la
cerradura?
-Está bajo la torre.
-Entonces yo iré
hacia abajo.
-No puedo dejaros ir
sola, princesa.
-Bien, pues yo y Zero
bajaremos abajo.
-Somos siete, eso
significa que tenemos que hacer dos grupos de dos y uno de tres.
-Ya tenemos uno de...
¡PUM! Un ruido surgió
de detrás de una de las paredes y Blanck rápidamente salió corriendo como un
animal al acecho, cuando volvió traía agarrado del cuello a un pequeño hombre
retorcido y grotesco.
-¡Ígor!
-¿Ígor?
-Es el mayordomo de
los hermanos.
-¡Suéltame, déjame!
-Ígor, maldito. Suéltalo
Blanck, a mí me conoce.
Blanck lo soltó a los
pies de Eryn.
-¡La señorita! La
señorita está bien, como me alegro.
-Suéltame el pie,
escoria. ¿Cómo pudiste traicionarnos?
-Ellos son fuertes,
mi señorita. Muy fuertes. Me torturaron, me... me...
-¡No me vengas con
excusas!
-Eryn, por favor...
parece arrepentido.
-¡Ja!
-La señorita siempre
fue poco amable conmigo.
-¿Por qué te llama “La
señorita”?
-Oh, bueno. No tiene
importancia.
-Porque ella es...
-¡Cállate, Ígor!
Dinos, maldito, ¿dónde están tus nuevos amos?
-No... no. Los amos
no están, pero... los esclavos...
-¡Los esclavos! Dinos
donde están, maldito.
-¿Esclavos, Eryn?
-Sí, los hermanos
consiguen atrapar de vez en cuando a ciudadanos incautos y los traen aquí donde
les merman la voluntad y les obligan a trabajar para ellos.
-¡Qué cruel!
Bastet se agachó
hasta estar a la altura del pequeño mayordomo.
-Dime, Ígor, pequeño.
¿Dónde están los esclavos? Ayúdame a salvarles y te prometo que te liberaré de
"ellos".
-Bastet, no prometas
cosas que no puedes cumplir.
-¡Bueno, ¿a eso hemos
venido, no Keiro?! A acabar con ellos...
-¿Venís a acabar con
los amos? ¡Síiiii! Ven, señorita agradable, te llevaré con los esclavos.
-Guíame.
Ígor volvió a salir
corriendo con Bastet detrás.
-¡Espera, Bastet, no
te fíes de él!
-Bueno, ahí parece
que se va el otro grupo de dos, eso solo me deja con... vosotros dos.
Kuroi y Blanck se
miraron algo indignados por esa frase.
-Vamos, Zero. Temo
porque los hermanos aparezcan y no nos permitan cerrar la cerradura.
-Nos hemos quedado solos,
¿eh?
-Sí... Parece que a
nosotros nos tocar arriba.
-Sí, genial. La
azotea es lo más divertido.
-Dejad la ironía y vayamos
arriba.
______________________________________________________________________
-¡Ey, espera,
pequeñín, espera!
-¡Bastet!
-¡Keiro aquí!
Keiro finalmente
alcanzó a Bastet y cuando se juntaron vieron una pequeña sombra que se metió en
una habitación. Rápidamente la siguieron y al entrar se sorprendieron cuando
vieron un enorme estudio lleno de mapas e informes.
-¿Qué es este lugar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario